
Aunque las criptomonedas todavía puedan estar en un mercado bajista, esto no significa que la gente haya dejado de hablar de ellas. Según BitInfoCharts, los tuits que mencionan Bitcoin son más numerosos que en cualquier otro momento de los 13 años de historia de la criptomoneda. A medida que se mantiene una sólida base de interés público en las criptomonedas, a pesar de una tendencia bajista, y surgen nuevos usos para ellas, también aparecen posibles responsabilidades legales. En esta reseña, consideramos algunos problemas legales comunes relacionados con las criptomonedas.
Criptomonedas: asuntos legales
Cuestiones legales y regulatorias
Desde 2020, las monedas virtuales como Bitcoin son legales en Estados Unidos y en la mayoría de los países desarrollados, como el Reino Unido, Japón y Canadá. Pero la verdad es que, aunque el Servicio de Impuestos Internos de EE. UU. considera legales a Bitcoin y otros activos virtuales, aún existen algunos problemas legales relacionados con las criptomonedas, principalmente en lo que se refiere a su validez jurídica.
Las monedas virtuales no están respaldadas por ninguna autoridad monetaria central ni por bienes intrínsecos, como el oro. Por el contrario, su valor en conjunto depende del valor que otros propietarios e inversores les asignen. Dado que no cuentan con el respaldo de un regulador centralizado, los inversores pueden enfrentarse a ciertos recursos legales si surgen dificultades derivadas de sus operaciones o tenencia de criptomonedas.
Implicaciones fiscales
A efectos del impuesto federal en Estados Unidos, las criptomonedas se definen como un bien, lo que significa que los contribuyentes estadounidenses no pueden utilizar criptomonedas como moneda funcional para fines del Código de Rentas Internas (IRC). En cambio, los contribuyentes deben informar las transacciones que involucren activos virtuales en dólares estadounidenses en su declaración anual de impuestos. Para ello, los contribuyentes deben determinar el valor justo de mercado de sus criptomonedas (usando la conversión de la moneda virtual a dólares) en la fecha de cada transacción.
Además, Estados Unidos clasifica a las criptomonedas como activos de capital. Por lo tanto, los inversores individuales deben pagar impuestos sobre las ganancias de capital por cualquier beneficio obtenido a través de criptomonedas. Esta norma se aplica tanto si los inversores compraron sus monedas en Estados Unidos como en otra jurisdicción. Sin embargo, no está claro si los inversores estadounidenses que adquirieron sus criptomonedas en intercambios extranjeros deben cumplir obligaciones adicionales de reporte al presentar sus impuestos.
Cuestiones contractuales
Una de las características más destacadas de las criptomonedas son sus “contratos inteligentes” autoejecutables. Los contratos inteligentes son acuerdos especificados en formato digital, que sirven como base para que las partes estén obligadas a cumplir sus promesas específicas. Paga a la otra parte cuando esta ejecuta sus obligaciones contractuales mediante algoritmos automáticos. Sin embargo, no es tan sencillo determinar si encajan dentro del marco legal del derecho contractual tradicional, dada su naturaleza única y su complejidad inherente.
Cuestiones jurisdiccionales
El concepto clave detrás de la blockchain que sustenta los activos virtuales es que no permite identificar la ubicación real de un libro mayor. Por lo tanto, las transacciones ejecutadas en la blockchain ofrecen mayor privacidad que las realizadas en plataformas tradicionales. Sin embargo, esta característica, que a primera vista parece beneficiosa, plantea un complejo desafío jurisdiccional, generando nuevos problemas legales en las criptomonedas.
- En primer lugar, dado que los nodos de una operación de pago en criptomonedas pueden estar domiciliados en distintas jurisdicciones, podrían quedar sujetos a mecanismos legales opuestos.
- En segundo lugar, es difícil determinar el “domicilio” del software de criptomonedas debido a la ausencia de una ubicación física del libro mayor.
- En tercer lugar, la naturaleza de la blockchain hace que determinar la legislación aplicable y elegir la jurisdicción correcta para resolver disputas sea extremadamente complicado debido al alcance transfronterizo de la tecnología.
Seguridad de los datos y delitos financieros
Las filtraciones de datos y los delitos relacionados con la circulación ilícita de dinero y la financiación de organizaciones terroristas son preocupaciones legales adicionales en torno a las criptomonedas. Dado que la blockchain garantiza un alto nivel de anonimato —y su aparente libertad de supervisión legal— algunos usuarios pueden utilizarla para llevar a cabo actividades ilegales.
Conclusión
Los problemas legales mencionados anteriormente en torno a las criptomonedas se volverán aún más evidentes, ya que ninguna autoridad gubernamental o tercero tiene el mandato de resolver disputas relacionadas con las criptomonedas. Por ejemplo, en una transacción tradicional, si una de las partes declara que sus datos de cuenta fueron robados y que fondos fueron transferidos ilegalmente, su institución financiera puede actuar como intermediario y resolver el asunto. Sin embargo, al considerar la blockchain, no existe un sistema establecido para dirimir este tipo de disputas, ya que la moneda virtual tiene una naturaleza descentralizada y carece de terceros. Por lo tanto, es probable que las víctimas de delitos relacionados con criptomonedas no tengan posibilidad legal de obtener compensación por sus pérdidas.
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