
Como mercado clave para el comercio y la inversión internacionales, Turquía debe su estatus al puente entre Europa y Asia. Su economía dinámica, unida a un gran mercado nacional, atrae a empresarios de todo el mundo. Para aquellos que planean abrir un negocio en Turquía, el primer paso debe ser aprender las reglas legales y financieras locales del juego. Esta guía cubre los principales aspectos: desde la fundación de una empresa y la elección de la forma organizativa y jurídica hasta el sistema fiscal, ofreciendo un plan de acción claro para los nuevos inversores.
Registro de la empresa en Turquía
El procedimiento de registro de la empresa está centralizado a través del portal de registro en línea. La carta de constitución se prepara y presenta en primer lugar en formato electrónico. Estos documentos constitutivos deben ser notariados y contener información detallada sobre la estructura, la gestión y los objetivos de las actividades. El siguiente paso es obtener un número fiscal potencial para la propia empresa y sus fundadores.
Vale la pena señalar que el registro de una empresa en Turquía requiere un depósito en la cuenta bancaria de al menos el 25% del capital autorizado declarado incluso antes de que se complete el proceso. Cuando todos los documentos están listos y el capital ha sido pagado, la solicitud final se envía a la oficina apropiada del registro comercial. La apertura exitosa de un nuevo negocio en Turquía se completa con la publicación oficial sobre el registro en «Turkish Trade Registry Newspaper», que consolida la existencia legal de la empresa.
Adquisición de una empresa establecida en Turquía
En lugar de empezar una empresa desde cero, se puede comprar una empresa prefabricada. Este enfoque puede acelerar significativamente la entrada en el mercado, ya que la entidad jurídica ya está registrada. Tiene un número de registro, un cierto historial y a veces una cuenta bancaria abierta. Este camino es particularmente interesante para los inversores que necesitan iniciar inmediatamente una actividad operativa o participar en contratos donde se requiere una empresa con un cierto historial.
Sin embargo, al comprar una empresa prefabricada, es esencial llevar a cabo un control minucioso (due diligence). Su historial financiero debe ser examinado a fondo para asegurarse de que no tiene deudas ocultas, casos legales sin terminar o obligaciones fiscales. Comprobar la reputación «limpia» de la empresa protegerá su inversión y le ahorrará complicaciones. Este enfoque puede ser muy eficaz para iniciar una pequeña empresa en Turquía, donde la velocidad es la prioridad. Antes de la transferencia de propiedad, los activos de la empresa deben ser siempre verificados por un abogado cualificado.
Tipos de negocios en Turquía
La decisión sobre la elección de la forma y el estatuto jurídico es una decisión fundamental que repercutirá en el grado de responsabilidad, las obligaciones fiscales y los reglamentos reglamentarios. La ley turca ofrece varias opciones adecuadas para empresas de diferentes tamaños. Es importante entender las características de cada uno antes de hacer una elección final. Los tipos de empresas más frecuentemente elegidos por los inversores extranjeros son:
- Empresa con responsabilidad limitada (LLC/ Ltd. Sti.). Los inversores extranjeros más a menudo eligen esta forma popular. La responsabilidad de los participantes se limita a sus contribuciones, lo que protege los activos personales. Debido a su flexibilidad, este formulario es la solución ideal para las pequeñas y medianas empresas.
- Sociedad anónima (AS/ A.S.). Para una gran empresa, la mejor opción será AS. Es también la única forma de sociedad cuyas acciones pueden cotizar en bolsa en Turquía. Aunque es más difícil de gestionar, esta estructura ofrece oportunidades mucho mayores para la obtención de capital.
- Sucursal. Las empresas extranjeras para llevar a cabo negocios en Turquía pueden abrir una sucursal. No es una persona jurídica separada, sino que trabaja como división de la empresa matriz que asume toda la responsabilidad por sus deudas y obligaciones. Esta opción es una opción familiar para las empresas internacionales establecidas.
- Representación (oficina de enlace). La representación no está autorizada a realizar actividades comerciales. Sus funciones se limitan a la investigación de mercado, la representación de intereses y el establecimiento de relaciones comerciales en nombre de una sociedad matriz extranjera. Este es el primer paso óptimo para las empresas que estudian el mercado turco antes de realizar inversiones importantes.
Impuestos para empresas en Turquía
Una comprensión profunda del sistema tributario de las empresas es clave para la planificación financiera y el cumplimiento. El régimen fiscal de Turquía es suficientemente transparente y está armonizado con las normas internacionales. Las empresas registradas en Turquía se consideran residentes fiscales y pagan impuestos sobre sus ingresos mundiales. Los principales impuestos corporativos son:
- Impuesto sobre la renta de las empresas (CIT): El tipo impositivo normal es del 20%. Sin embargo, se han introducido aumentos temporales en los últimos años, por lo que recomendamos siempre comprobar la tasa actual.
- Impuesto sobre el valor añadido (IVA/KDV): El IVA es un impuesto indirecto al consumo que se aplica a la entrega de bienes y servicios. El tipo normal es del 18%, y para ciertas categorías (productos alimenticios básicos, medicamentos, algunos productos agrícolas) hay tipos reducidos del 8% y 1%.
- Impuesto en origen. Este impuesto se retiene de ciertos pagos a residentes y no residentes, tales como dividendos, intereses y honorarios por servicios profesionales. Los tipos dependen del tipo de pago y de la existencia de acuerdos sobre doble imposición.
- Cotizaciones a la seguridad social. Tanto los empresarios como los trabajadores están obligados a cotizar al sistema de seguridad social. Estas contribuciones cubren las prestaciones de jubilación, el seguro médico y las prestaciones por desempleo. La participación del empresario es una parte importante de la masa salarial.
Después de completar el registro de impuestos, el siguiente paso importante es comprender cómo abrir una cuenta bancaria comercial en Turquía para administrar los flujos financieros de manera efectiva. La planificación fiscal adecuada y el cumplimiento de la ley son cruciales para el éxito a largo plazo de cualquier negocio en el país. Recomendamos consultar a nuestros expertos legales para optimizar la carga fiscal y garantizar el cumplimiento de todas las normas legales.
¿Cuál es el costo de apertura de negocio en Turquía?
El costo depende de la forma organizativa y legal elegida. Los costos adicionales incluyen servicios notariales, tarifas de registro y asistencia legal, que pueden aumentar el presupuesto total en varios miles de Liras.
¿Es Turquía un país favorable para hacer negocios?
Sí, Turquía se considera atractiva para los negocios debido a su ubicación estratégica, un gran mercado interno (más de 80 millones de consumidores) y una fuerza laboral joven y dinámica. Además, el gobierno ofrece una serie de incentivos a los inversores extranjeros, especialmente en los sectores de la tecnología, la industria y la energía.
¿En qué país es más fácil abrir un negocio?
Si bien la noción de «más fácil» es subjetiva, Neva Zelanda, Singapur y Georgia a menudo se destacan por la facilidad y velocidad de registro de negocios. Al mismo tiempo, Turquía ha logrado avances significativos en la simplificación de estos procedimientos a través de un portal de registro en línea, lo que lo ha hecho mucho más accesible para los empresarios extranjeros.
¿Cuál es el mejor negocio para abrir en Turquía?
Los sectores más prometedores en Turquía incluyen bienes raíces y construcción, turismo (especialmente el negocio médico y hotelero), fabricación industrial y TI. El crecimiento de la clase media en el país también crea una fuerte demanda en las áreas de comercio minorista y comercio electrónico, lo que los hace atractivos para nuevos proyectos comerciales.